La identidad descentralizada o auto-soberana es un modelo para la gestión de identidades que otorga a las personas control sobre sus propios datos. Tan importante es que se busca asociar con la tecnología Web3 o blockchain.
¿Por qué se asocia? La Web3 trajo nuevas herramientas en la forma de aplicaciones descentralizadas, también formas propias de interactuar con ellas. Uno de los cambios más fáciles de notar está en el sistema de cuentas y de logins.
- Pero, cómo entender mejor, por qué es la promesa Web3. Lo primero que debemos hacer es identificar los diferentes usos que por años se ha dado a la Web.
Web tradicional vs Web de identidad descentralizada
Por ejemplo, ¿te acuerdas cuando no podías usar Internet y el teléfono de tu casa al mismo tiempo? Bueno, eso es la Web 1.0: sitios estáticos, acceso a la Web siempre por computadoras y no se podía pasar todo el día online (la señal moría).
Esa Internet evolucionó con el boom de la banda ancha, las redes sociales, el streaming y las Apps para mobile. A esta etapa se la llama: Web 2.0, mejor conocida por ser participativa, interactiva y dinámica.
Pero, ¿por qué importa tanto la descentralización?
En sí, la descentralización es un concepto que hace referencia a la multiplicidad de proyectos que crean, mueven, trasladan o fijan valor a través de tecnología abierta, colaborativa y sin intermediarios. En otras palabras, cada quien controla sus datos y códigos.
- ¿Y cómo funciona? Detrás del esqueleto cripto de la Web3 hay una columna vertebral, que es sencillamente el código de computadora, pero en lenguaje blockchain; diferente por ejemplo al HTTP de Internet. En estos códigos conviven los protocolos, smart contracts y los oráculos que hacen que toda esta maquinaria cripto pueda funcionar sin intermediarios.
Estás direcciones son lo que les permite reconocer el “historial” de un usuario sin reclamarle información: su colección de tokens o NFTs, sus fondos cargados en la plataforma, sus tokens disponibles para realizar acciones, incluso su configuración.
Es decir, la identidad descentralizada impide a las empresa, gobierno o institución regular plataformas, dinero, así como su crecimiento y desarrollo, sino que es producto del consenso de las comunidades.
El valor que tiene la descentralización es incalculable, pues permite una forma de relación social horizontal, basada en el conocimiento y el entusiasmo por la creación de proyectos disruptivos.