Ante la tendencia que posiciona a estas nuevas tecnologías dentro del sistema económico, la pregunta aquí es ¿será importante enseñar sobre ello?
Un reciente estudio en Estados Unidos arrojó que el principal interés de inversores y padres de familia es que se enseñe sobre las criptomonedas y la tecnología Blockchain, debido a que es importante “aprender sobre el futuro de nuestra economía”.
Dando pie a preguntarnos —de nuevo— si convendrá explicar o enseñar este tipo de tecnologías, y si bien, desde 2009 el tema existe y algunos interesados empezaron a enseñar sobre ellos a través de redes sociales, no fueron integrados a nivel educativo hasta hace unos años cuando las escuela encontraron el potencial del uso de Blockchain.
En otras palabras, si para el mundo sigue siendo una “nueva tecnología”… ¿Qué relevancia tiene alguien que enseñe, que existan cursos, materias o certificaciones? ¿Cuál será en realidad el objetivo?
Según el alcalde de Nueva York, Eric Adams, “debemos abrir nuestras escuelas para enseñar la tecnología [blockchain], para enseñar esta nueva forma de pensar.”
Pero, ¿qué significa?
De acuerdo a diversos estudios, la tecnología avanza y junto con ellas las nuevas oportunidades de crecimientos para nuevos sectores, pero al mismo tiempo nuevos retos que si se entran o abordan a la deriva trae afectaciones.
En este caso, a raíz de la llegada y auge de tecnologías como Blockchain, así como todo lo que involucra: NFTs, criptomonedas, exchange, contratos inteligentes, aplicaciones descentralizadas, Web 3.0, Metaverso, entre otros, se volvió necesario comprender y entender el “nuevo mundo” al cual se estaba intentando entrar.
Aunque la información empezó a existir, ésta iba enfocada a inversionistas o mineros. Tiempo después, gracias principalmente a los medios de comunicación, el acceso a los temas empezó a ser compartido, pero no fue hasta la llegada de más cursos, webinars, spaces, que todos estos contenidos se volvieron tendencia y de un interés general.
¿A qué se debió el cambio?
La utilidad que la gente empezó a ver fue más allá del tema inversión, y es la ya conocida, fuerza laboral del futuro que viene acompañada al tipo de economía que podría existir al mismo tiempo.
Sea para aprender a programar, para poder encriptar y cifrar la información y los datos que se manejan en este entorno, hasta la historia del dinero, así empezaron a surgir cuestionamientos cada vez más frecuentes no sólo entre la población sino también empresas, bancas, compañías, gobiernos.
Entonces fue que llegó el momento de aplicar la cadena de bloques a los recursos humanos, por ejemplo, para validar las credenciales de los candidatos en un proceso de selección o firmar contratos inteligentes que agilicen la burocracia, aplicaciones en logística mediante el uso de sistemas tecnológicos que permitan reducir errores en el envío y tratamiento de las mercancías y que fomente la comunicación entre los interlocutores de la cadena de suministro.
Nuevos inversores, nuevos medios de comunicación, nuevas formas de acercar a la gente a sus intereses, crear nuevas formas de ingreso para la gente, expandir el mercado musical, deportivos o de los videojuegos —por mencionar algunos— y la que para muchos es el eje principal, informar/enseñar cada uno de los elementos tanto de Blockchain como la forma de acercarse a las criptomonedas.
Es decir, explicar qué son, cómo funcionan y qué hacer para que esa información se integre en las nuevas prácticas.