De acuerdo con la Profeco si pides comida a través de apps seguro pagarás más en comparación con la preparación casera e, incluso, yendo directo al restaurante.
Con la llegada de los descuentos, precios bajos y practicidad, gran parte de la población ha adoptado las comprar en línea sea para adquirir boletos, ropa, zapatos, reservar un viaje, incluso comprar comida.
Sí, todo esto se vio reflejado durante la pandemia por Covid-19, una de las principales causas que trajo consigo la expansión del e-commerce —comercio electrónico— pero también que varias empresas buscarán una forma de seguir usando la tecnología para vender sus productos.
En especial aquellos que involucran responder necesidades de consumo básicas, de ahí que surgieran aplicaciones que permitieran a la gente obtener sus alimentos.
La pandemia hizo que hacer el súper, comprar un antojo, ir a un restaurante —por un tiempo— fuera complicado. En consecuencia, nacieron diversas apps que permitieran a las personas comprar o pedir sin necesidad de salir de casa, entonces el auge de aplicaciones como UberEats, Rappi, Just Eat, Didi food, comenzó.
Desde esta perspectiva, la mayor parte de la experiencia de todas las personas transcurrió en Internet, pero ¿por qué la comida a domicilio ha tenido un impacto tan grande?
Un sistema no tan nuevo
Hace aproximadamente unos diez años, diversas empresas se cuestionaron la utilidad del Internet más allá de las redes sociales y la información; sino como una herramienta de adquisición. Incluso, algunos pensaron en alimentos a domicilio.
Vamos, ¿Quién no ha sentido pereza de cocinar? ¿Cuántos no se cansan de caminar al restaurante o puesto de comida más cercano? o ¿Cuántos no prefieren evitar lavar trastes que salen de cocinar? A la mayoría de las personas suele pasarles.
Ante esta situación y al desarrollo de la tecnología, las empresas crearon aplicaciones de comida, presentaban su menú en una página web y contaban con un sistema a domicilio.
Según Statista, durante el periodo de 2021-2022 más de mil 300 millones de personas encargan comida a través de Internet. Sin embargo, también ha significado un problema en cuestión del bolsillo personal, asegura la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
¿Por qué la comida a domicilio se vuelve cara?
La comodidad tiene su precio. Las aplicaciones de comida a domicilio tienen costos extras que terminan afectando al bolsillo y, al mismo tiempo, se vuelven una “necesidad falsa que consume más los ingresos y podrían ser también el gasto hormiga”.
De acuerdo con la Profeco, en la Revista del Consumidor, los factores que determinan los precios en la apps son:
Incrementos que también se ven afectados por el Índice Nacional de Precios del consumidor, el cual, a raíz de los ajustes tras la inflación en México, en agosto de 2022 este subió 0.70 por ciento, el más alto desde 1988.
¿Por qué evitar la comida a domicilio?
La afectación al bolsillo no sólo tiene que ver con los precios aplicados en las apps, también en la recurrencia de compra. Sea comprar un café todos los días, una ensalada, un postre, la recurrencia de su compra podría ser un gasto hormiga.
A pesar de que en algunas aplicaciones lo que se compra luego trae promociones, eso se vuelve un consumo de monto pequeño que repercute en el presupuesto general y que al final, podría reducirse al no utilizar la app.
Es muy común que al pensar en tus gastos, te enfoques en los más significativos, como la deuda de un auto o una casa o en las compras con tu tarjeta. Pero son los pequeños gastos diarios los que podrían estar drenando tu bolsillo. No se suelen medir porque no se hace conciencia sobre su necesidad e impacto real y la comida a domicilio suele ser uno de los más comunes.
https://www.youtube.com/watch?v= cfHttCZh3VM
‘Un gustito no hace mal’
Como dice la frase, comprar un gusto no es malo, lo malo es el exceso. Profeco asegura que utilizar las apps de comida a domicilio de vez en cuando, también es bueno.