Hoy en día, los artistas pueden compartir espacios, colaborar y conectarse artísticamente en entornos virtuales, desde cualquier parte del mundo y en tiempo real.
Mediante la tecnología, los museos pueden gestionar mejor sus colecciones, ofrecer experiencias inolvidables y superar sus límites físicos a través de canales de comunicación y distribución en línea. Además, gracias a las innovaciones tecnológicas, se logra una ventaja competitiva, ya que permite brindar mejores experiencias de visita.
Sin embargo hay quiénes aseguran, esto podría volver a cambiar. Si los museos apenas se acoplaban a las actualizaciones respecto a la tecnología, todo parece indicar que habrá que hacerlos de nuevo o, crear nuevos, ¿por qué? Para adentrar la tecnología de realidad virtual, aumentada, blockchain o los NFTs.
Pongamos en contexto, en agosto de 2022, la familia de Frida Kahlo desveló obras de arte nunca vistas y objetos personales de la artista en un evento exclusivo en la plataforma de Metaverso Decentraland para su semana del arte.
Por otro lado, en Bélgica, el Museo Real de Bellas Artes de Amberes se convirtió en el primer museo europeo en tokenizar una obra de arte clásica valorada en millones de euros. El Museo de Arte de Kharkiv, en Ucrania, lanzó una nueva colección de NFT con Binance para preservar su patrimonio cultural y recaudar fondos en medio del actual conflicto regional.
Todos estos ejemplos, muestran el impacto de las nuevas tecnologías en los museos que se traduce en un aumento de público y de ingresos propios. Tal vez, por eso es una de las razones importantes por las que tratan de innovar incorporando la tecnología blockchain.
Pero, ¿Serán los museos del futuro galerías gigantes de NFT en las que cada obra de arte tendrá una contrapartida digital? ¿Cómo funciona realmente la propiedad en un escenario así?
Hussein Hallak, fundador y CEO de Momentable, una empresa que presta servicios a los museos para ayudarles en la integración de los NFT, para entender cómo será el futuro de los NFT en el mundo del arte, explicó a Cointelegraph, “creemos que todo será un NFT, al igual que un número de serie, para cada producto habrá un NFT”.
Al parecer desde su perspectiva mientras que el arte digital nativo del espacio Web3 encuentra su lugar en los museos virtuales, el arte tradicional y los museos están adoptando una capa de Web3, por ello cree que es “inevitable” que los museos acaben transformándose en gigantescas galerías de NFT.
Esto dado que la mayoría de los museos no son considerados lo suficientemente interesantes por un gran número de personas, y sólo aquellos que utilizan innovaciones tecnológicas para diferenciarse del resto lograrán atraer a un mayor número de visitantes, sin que esto perjudique a otros museos.
Asimismo Hallak mencionó que el uso más común de los NFT por parte de los museos debería ser para la comprobación y el mantenimiento de los objetos de sus colecciones, y en segundo lugar estarían las ediciones digitales accesibles al público.
Respecto a si la propiedad fraccionaria o NFT disminuye el valor de las obras que poseen los museos, Hallak dice la respuesta es no, lo único que pasa es que el arte simplemente se hace más accesible.